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Segun Didier Oppertti Uruguay no necesita autorización para instalar plantas de celulosa


El ex secretario general de ALADI y ex canciller uruguayo, Didier Opertti, señaló enfáticamente que el estatuto del río Uruguay no obliga a nuestro país a solicitar autorización previa alguna para la instalación de las plantas de celulosa.
 
 Luego de tres años de silencio en los que por su cargo en ALADI Opertti gozó de una libertad no administrada, como él mismo la definió,  reveló algunos de los detalles de la negociación que le tocó encabezar con el gobierno argentino en las etapas previas al inicio del profundo conflicto que persiste hasta nuestros días.

Según Opertti, en todo este tiempo se ha confundido la información con la consulta o lo que es peor el pedido de autorización a Argentina para la instalación de las pasteras en el río Uruguay.

Opertti enfatizó que en tanto se trata de obras nacionales, ejecutadas en territorio nacional, no existe ninguna obligación de consulta o de pedido de autorización al vecino país, tal como se ha señalado desde el gobierno argentino en forma insistente en estos tres años.

El ex canciller reveló también que nunca la Comisión Administradora del Río Uruguay estableció que las plantas a instalarse sobre el río podían poner en riesgo la calidad de las aguas compartidas.

Opertti dijo que bajo ningún concepto el gobierno argentino puede decir con ligereza, como ha dicho reiteradamente incluso ante la Corte Internacional de La Haya, que Uruguay violó el estatuto del río Uruguay.

Uruguay no ha violado nada, dijo enfáticamente el ex canciller Opertti.

A lo largo de todo este período en el que por sus responsabilidades en ALADI Opertti no habló públicamente, mantuvo sin embargo varias reuniones con los abogados internacionales que representan a Uruguay ante la Corte Internacional de La Haya.

En esos diálogos, Opertti aportó información y documentación que consideró relevante respecto a todos los detalles de las negociaciones desarrolladas con el ex canciller argentino Rafael Bielsa.

Opertti dijo hoy que en la discusión pública de estos tres años hay aspectos importantes que han quedado soslayados.

Opertti también explicó que en el correr de las negociaciones hubo decisiones consensuadas de los dos gobiernos que implicaron que la Comisión Administradora del Río Uruguay quedara al margen de las definiciones.

Según Opertti, en octubre de 2004 se resolvió la creación de una comisión específica de carácter técnico que comenzó a analizar y evaluar el tema de la instalación de la planta de ENCE.

En mayo de 2005, y ya con las actuales autoridades, ambos gobiernos resolvieron que esa comisión ad hoc también se encargaría de analizar el proyecto de la empresa Botnia, cuyo funcionamiento había sido autorizado en febrero de 2005.

El ex canciller puso énfasis en aclarar y poner de manifiesto el cambio de actitud que han tenido las autoridades argentinas respecto a cómo se gestó la negociación y las obligaciones que tenía o no el gobierno uruguayo respecto al comienzo de la actividad de ENCE y luego de Botnia.

Opertti también reveló detalles de los contactos directos y personales que mantuvo con el ex canciller argentino Rafael Bielsa.

En particular uno que sostuvo el primero de marzo de 2004 en torno a una mesita ratona en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina, en el que Bielsa aceptó la propuesta uruguaya de realizar tres monitoreos conjuntos.

En otro orden, el ex secretario general de ALADI expresó una postura muy crítica respecto a lo que está ocurriendo en materia de integración regional.

Según Opertti, tanto a la Comunidad Andina, como al MERCOSUR o a la propia ALADI, los gobiernos les han dado una apariencia de mecanismo de integración más relevante por su formato exterior que por sus contenidos.

Estos tres mecanismos padecen del síndrome de incumbencia relativa que les han dado los gobiernos, que no han mostrado ánimo de hacerlos crecer, dijo enfáticamente Opertti.
 

A juicio del ex canciller uruguayo, los cambios en materia de integración regional han llegado al extremo de que se cuestione la importancia del libre comercio.

Según Opertti, ahora se habla de comercio justo y no de comercio competitivo.

El ex secretario general de ALADI indicó que esto es demostrativo de que los países siguen haciendo gárgaras de palabras, ensayando la retórica de la integración, pero no se hace nada en ese camino.

En particular en el caso de la ALADI, Opertti sostuvo que aunque no lo creen en ninguna parte del mundo, ese organismo no tiene un mecanismo de solución de controversias.

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